Qué importante es que alguien te recuerde de vez en cuando quién eres y lo que has conseguido... Que te haga valorar tus conquistas, mirar atrás y contemplar todo aquello que has sido capaz de superar, cada uno de los momentos en los que supiste reírte del pasado y crear algo bonito y grande. Tomar conciencia de lo dura que fue tu niñez, de lo solitaria que fue tu adolescencia, de las marcas tan terribles que te dejaron ciertas personas... pero también de lo valiente que fuiste por dejar eso atrás, por aprender a perdonar, por buscar un camino propio ajeno al dolor. Y encontrarlo. Por conseguir cumplir muchos de tus sueños con la única guía de tu corazón.
Esa soy yo y esos son mis logros y hoy me apetecía gritarlos al mundo. Porque sí, porque fui capaz de romper un círculo que podría haberme atrapado condenándome a repetir errores ajenos. Y ese círculo debe permanecer así para siempre. Roto en mil pedazos.
